Janis Joplin, la niña del blues
Según Janis Joplin, ella cantaba porque así podía experimentar muchos sentimientos y era divertido. Podía llegar a sentir cosas que no se sienten ni estando de fiesta todo un año, o estando con las personas que quieres. Porque puedes sentir cosas en tu imaginación que también son reales. Por eso a Janis Joplin, la niña del blues, le gustaba la música; porque viene de ahí y mientras pasa se van generando sentimientos. Saltas al ritmo de la mísica, te dejas llevar, el Rock&Roll es muy rítmico, de eso se trata; un, dos, tres, cuatro. Para mucha gente, Port Arthur era un buen pueblo donde criarse, y en 1943 Janis vino al mundo. Se unió al coro cuando era una niña, y de ahí la echaron por no seguir las indicaciones. Como la mayoría de las mujeres de la época, Janis quería ser guapa, delgada y atractiva como las modelos de las fotos que veía en las revistas. Pero ella empezó a ganar peso, se veía cada vez más fornida y de complexión gruesa. Así que empezó a cambiar y cuestionarse su propio atractivo. Ella exigía ser diferente y fue una mujer que generó mucha polémica. Ella decía que la integración era lo correcto a la vez que en su ciudad, en el sur de EEUU, existía un grupo activo del KuKluxKlan (KKK). Empezó a vestir de forma diferente. Siempre se metía en líos, provocaba peleas cada vez que iba con sus amigos a Louisiana, donde los “cajunes” tenían fama de pelear duro y ser muy violentos. Miembro del Club 27´s hondeó una bandera y abrió un hueco en la música Rock para las mujeres.