Las Vegas, ciudad de mentira
Una ciudad que alardea de ser capital mundial del juego cuya oferta de diversiones atrae a millones de turistas de todo el mundo. Un destino cinematográfico que estamos acostumbrados a ver en películas de acción, series televisivas y comedias de juerguistas. Las Vegas, es una urbe colosal que alza sus rascacielos en pleno desierto de Nevada, con gigantescos hoteles y casinos que parecen la obra de un enloquecido escenógrafo de Hollywood. Esta es Las Vegas, ciudad de mentira, como un gran parque de atracciones, un enorme decorado donde la gente viene únicamente a divertirse. No obstante, Las Vegas también tiene una cara oculta, con los problemas sociales y miserias de una gran ciudad, algo que los turistas no ven, pero que es necesario conocer. El supuesto paraíso de los placeres esconde a los ojos de sus visitantes una amarga realidad de paro y marginación, mientras exhibe una imponente fachada de fantasías arquitectónicas parte del marco de un permanente espectáculo callejero. La ciudad de los casinos es un colosal negocio que disfraza sus vergüenzas con lujosos decorados y que deslumbra a los turistas con millones de brillantes luces de neón. Un lugar que hay que ver, pero resulta difícil conocer de verdad.