Nombre clave, Cóndor
Un día que abandona con permiso el lugar de trabajo para ir a buscar un tentempié, a su vuelta se convierte en el asombrado testigo del asesinato de todos sus compañeros de trabajo. Desorientado pero con sangre fría sale de inmediato sabiendo que él ha librado por puro azar. En su fuga, contacta con alguna persona que él piensa, es segura. Lamentablemente enseguida comprueba que no puede confiar en nadie. Al evitar su captura, se ve obligado a secuestrar un vehículo junto con su dueña y huir sin dejar rastro.
El servicio secreto de la CIA que lo busca, le da el nombre clave de Cóndor. Desde su escondite, intenta discurrir y llegar a una factible conclusión pero le resulta difícil. Finalmente, decide visitar a su pareja y, exponiéndose a ser capturado, contacta en persona con ella. Pero sólo consigue advertirla y no obtiene contestación alguna. Así discurre la película mientra que sus enemigos contratan un asesino a sueldo para capturarlo, preferiblemente muerto. Así, discurren los tres días del Cóndor, en los que, y mientras que siendo buscado, él trata de obtener la información para salvar su vida. Una película con un mensaje final muy meditado y que ya hace unas décadas era planteado debido a la previsión de las consecuencias que los conflictos del momento estaban provocando.